Cuando lo que nos rodea se transforma en materia de cuento, ir al banco, subir al metro o hacerse una foto puede ser el inicio de una gran histroria.
Lo cotidiano se convierte en extraordinario y la realidad se percibe como algo deliciosamente imprevisible.
martes, 26 de mayo de 2009
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1 comentario:
me gusta el de la chica del moño...está muy bien =)
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